La vida tiene la capacidad de cambiar al ritmo que le apetece. El problema es que el cambio nos afecta, y mucho.
Por supuesto que me pone triste, nostálgico, pensar en el pasado, pero es por eso por lo que prefiero siempre dejarlo donde le corresponde: atrás. A pesar de ello, pienso que tenemos que tener en mente siempre lo que hemos hecho, porque sólo así podremos crecer como personas.
Los cambios se pueden clasificar, de manera subjetiva, en leves, medios o drásticos, en función de cómo modifiquen nuestra vida. Yo no decidí el tipo de cambio que quería, pero está muy claro qué nivel me tocó afrontar.
Ahora son cambios y más cambios que van pasando a veces sin que se noten. Me gustan. No me gustan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario